A principios del 2016, el catamarán «Nomade des mers» saldrá de la Bretaña francesa con el fin de vuelta al mundo mientras realizan pruebas e investigaciones sobre diferentes temas ecológicos. Durante tres años navegarán produciendo su propio alimento de una manera sustentable.
El equipo está compuesto por 5 jóvenes marineros quienes serán los embajadores de la autonomía energética. A bordo de la embarcación se ha preparado un ecosistema completo con un gallinero, un vivarium para criar insectos y un invernadero para el cultivo de espirulina. La espirulina es una micro alga muy rica nutricionalmente.
El invernadero, que tendrá su sitio en el cockpit, recibirá cultivos hidropónicos (cultivos sin tierra, que consumen una solución nutritiva) y permitirá producir una botella de espirulina cada día para cada miembro del equipo. Así pues, cada persona se llevará 7 botellas y con una rotación diaria, podrá consumir espirulina todos los días.
Un cultivo ideal
La riqueza nutricional de la espirulina permitirá a los miembros de la expedición recibir casi todos los nutrientes que necesitarán durante la travesía. Su aporte en minerales, vitaminas, proteínas, será ideal para paliar la falta de frutas y verduras frescos a bordo.
Además, como precisa Corentin de Chatelperron, quien organizó la expedición, “la espirulina puede ser una muy buena solución a proponer contra el hambre en países donde vamos a parar”. Con agua, luz y sales minerales, esta micro alga crece y produce un alimento completo que se puede añadir a cualquier plato como arroz o pasta para realzar su contenido nutricional.